La pobreza infantil que no se ve

Cuando pensamos en pobreza infantil lo primero que se nos viene a la cabeza son los niños que viven en países del tercer mundo. Esos niños sufren todo tipo de carencias, pero es una realidad de la que somos conscientes aunque poco se haga al respecto.

Hay otro tipo de pobreza infantil, quizás menos impactante porque no lleva a la muerte, que es la que sufren niños que viven en países desarrollados.

Son niños que asisten a clase, sanos, aseados y que en la mayoría de casos tienen un rendimiento escolar aceptable pero que viven las consecuencias de las crisis económicas y falta de recursos de sus padres.

Podéis pensar, bueno, mientras tengan lo básico...

Lo básico... ¿Qué es lo básico para un niño?

Dependerá de la edad en algunas cosas pero en general la Declaración de los Derechos del niño, entre otras cosas, dice lo siguiente:

  • Derecho a una protección especial, oportunidades y servicios para su desarrollo físico, mental y social en condiciones de libertad y dignidad.
  • Derecho a recibir educación y disfrutar del juego.
  • Derecho a la salud, alimentación, vivienda y recreo.


El estado y la sociedad son los responsables de asegurar el cumplimiento de los mismos y aunque en teoría todo queda muy bonito en la práctica no se cumple.

Las familias sin recursos se quedan al margen de la sociedad porque el Estado se preocupa muy poco de garantizar los derechos fundamentales y las ONG no pueden con todo.

Hace poco en una reunión coincidí con la coordinadora de una asociación y me comentó que el dinero que recibían antes del Estado lo maneja ahora la Comunidad Autónoma y como han empezado a pagar con retraso ya no cuentan con ese recurso para ayudar a las familias. Le pregunté por el Ayuntamiento y me dijo que lo que les daban era 2500€ al año así que imaginaros el panorama.

Los camiones con comida llegan cuando llegan y tampoco resuelven el problema porque está claro que en una casa con niños además de pasta, tomate, atún y galletas hace falta mucha más cosas.
La Renta mínima de Inserción, que es la última ayuda económica después de acabar con el subsidio, en Andalucía lleva un retraso de entre 8 meses y 1 año para mirar el expediente. Luego llega el que traeme el papel, que esto no va así, que trabajaste 3 días y eso se descuenta... En fin, todo un despropósito.

La solución está en que las familias cuenten con sus propios recursos. Pero el panorama laboral tampoco está para tirar petardos.
Cada vez los sueldos son más bajos, las exigencias de los empresarios más altas y las posibilidades más escasas. Sobre todo para las personas sin estudios y con más de 35 años. Ya si además de eso eres mujer apaga y vamonos.

Los Asuntos sociales atienden, escuchan (a veces) y dicen que lo comprenden PEROOOOO ayudan poco. Si llevas menos de un año empadronado en el Municipio en la mayoría pasan del tema y si llevas más dan tres mil vuelta hasta que agotan la paciencia de la gente o dan unas ayudas de risa.

¿Y como sufren los niños de esas familias las consecuencias? Perdiendo derechos.

Porque un niño que no come como corresponde no tiene ganas de jugar.

Porque cuando el niño ve que todos sus compañeros pueden ir a una excursión y él no se siente marginado.

Porque llega el día del cumpleaños y no hay tarta, ni regalos, ni celebraciones. Ya ni qué decir que tampoco puede asistir a los cumpleaños de sus amigos.

Porque cuando le apetece un refresco (llámale zumo, helado o lo que sea) y solo cuentas con los recursos de los Asuntos Sociales que hay que justificar con tickets no puedes comprárselo porque “Si no tienes para comer que beba agua” (literal oído de boca de una T.S.)

Porque cuando mandan la lista del material y no hay dinero tiene que ir mamá o papá a hablar al cole y al niño le da mucha vergüenza.

Y podría numerar un sinfín de situaciones que demuestran que hay mucha pobreza a nuestro alrededor que no vemos, o no queremos ver.

Que lo que cuentan de las ayudas, de los padres vagos y demás es todo una patraña. No digo yo que no existan, pero que la mayoría de personas no quiere vivir de limosna ni que sus hijos pasen necesidades.

Entonces me pregunto yo ¿Qué se puede hacer por esas familias?

Hay muchas asociaciones que luchan contra la pobreza infantil pero es tanto lo que hay que hacer y tan pocos los recursos que es imposible llegar a la totalidad de personas que lo necesitan.

Ahora en plena campaña electoral todos van a hacer.

El tema de las políticas sociales está en boca de todos los candidatos pero lo triste es que a las personas que lo están pasando mal les importa un pimiento la palabrería, a los niños de los que hablamos les importa nada eso.

Esos niños solo quieren tener un futuro seguro, no ser señalados por tener una mochila más vieja o una sudadera del año pasado, poder reir y jugar sin pensar en problemas de adultos, tener la oportunidad de compartir con sus iguales y sobre todo esos niños tienen DERECHO a todo eso.

¿Alguien piensa ocuparse de que se garantice esos derechos o vamos a seguir soltando palabras sin contenido que queden bonitas? 




 

Comentarios

  1. Nuevamente diste en el clavo.
    Describes por lo que he pasado en al menos los últimos 8 años. En mi caso, las ayudas del gobierno cesaron cuando por un descuido no fui a renovar unos documentos. El sentido de impotencia me dominó por mucho tiempo. Gracias al cielo trabajo a tiempo completo y aún así, mi salario se reduce cada vez. Es desconcertante no sacar a los niños de la casa en los fines de semana o los días feriados porque necesito ahorrar para el transporte de la semana o por no tener ni para comprar un helado. He llorado en mi cama, cuando todos duermen, luego de haber escuchado a mi hijo de 9 años decir: "Mami, ¿cuánto dinero te falta para comprarme el colchón para mi cama? Toma todos mis ahorros, así te ayudo." Ni mis padres ni mis amistades sabían de mi situación. Un compañero de trabajo se percató y un día me entregó discretamente un sobre con dinero de una pequeña colecta que hizo. Era suficiente para hacer la compra de la semana. Nunca lo olvidaré.

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    1. Son situaciones tan tremendas que no puedo entender que nadie lo vea, que los gobiernos se preocupen más por sus propios intereses que por las personas. Al final es lo de siempre, o salimos adelante por nosotros mismos o nos hundimos. Me alegro que en tu caso hayas encontrado un alma noble que te apoyara. Un abrazo y gracias por tu comentario.

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