Niños con exceso de información





Es lo típico, estar en un corrillo de padres y madres y no percatarnos de que a nuestro alrededor hay niños quedándose con todo que estamos soltando por la boca.

Esto no sería malo si la conversación girase en torno al tiempo o a cualquier otra tontería, pero cuando hablamos de temas más complicados me pregunto ¿Por qué le damos toda esa información a nuetros hijos?

Un ejemplo muy común y que lamentablemente he visto y oído en muchas ocasiones es "Los tutores del colegio". 

Padres despotricando sobre los profesores y culpándoles de lo mal que van los niños en el clase. 

¿En serio pretendemos después que esos niños respeten a su maestro y presten atención en clase?

Con nuestras críticas en sus oídos les damos todas las herramientas para que pasen del profesor porque total es un inútil o no enseña bien y jamás será la culpa de nuestro retoño.

Y esto pasa bastante lamentablemente. Muchas veces me he visto teniendo que cerrar la boca al darme cuenta de que estaba hablando de más o tener que decirle a mis hijos que se vayan a jugar un poco más lejos...Y no sólo por mí , sino por las personas que estaban conmigo en ese momento.

Los niños nunca deben ser parte de esas críticas y mucho menos los padres debemos justificar que las utilicen para desprestigiar a una persona.

Pasa lo mismo a veces con padres separados (Y los no separados) que de un lado o del otro llenan la cabeza de los pequeños de información que no están preparados para asimiliar.

Tenemos un caso muy cercano de un familiar que siempre dejaba a su hija participar en todas las conversaciones de adultos, es más, esa niña conocía con 10 años hasta las finanzas de su casa. Claro, con el paso del tiempo utilizó a su favor lo aprendido y cuando su madre le decía que no a algo porque no tenía dinero la niña le hacía las cuentas...no sé si me entendéis...Demasiada información.

Yo me pregunto si los padres somos concientes del daño que podemos hacer a nuestros hijos dándoles acceso a todo lo que hablamos entre mayores.

No quiero decir con esto que los niños sean unos manipuladores y se aprovechen de lo que escuchan, sino que si , por ejemplo, mi hijo me escucha constantemente decir con todo el mundo que su profesora es una histérica creerá que esa es la verdad y no el resultado de un momento de enfado. 

Las personas adultas podemos filtrar la información, asimilarla y después decidir que hacer con ella (bueno, algunos adultos) pero ¿Y los niños? ¿Son capaces de pasar ese filtro antes de hablar?

No creo, porque son sinceros y confían en lo que los padres les transmitimos.

En casa hablamos con los niños de todo. El tema del sexo, por ejemplo, surgió cuando Alejandro tenía 5 años y nos pidió saber de verdad cómo se hacían los bebés.

Pero creo que una cosa es la curiosidad de los niños, que me parece algo completamente normal y muy necesario y otra es que sean parte de cuestiones que deberían permanecer en el ámbito de los adultos.

A ningún niño le interesa si la vecina de enfrente discutió con el marido y se fue de fiesta o si la profesora está de mala leche porque tiene la regla.

En ese sentido me parece que tenemos que mirar un poco a nuestro alrededor antes de mantener conversaciones entre adultos. Porque si "la vecina de enfrente" tiene hijos que juegan o van al colegio con los nuestros probablemente esa información les llegue también a ellos y de forma directa, sin filtros y esos niños no tienen la culpa de que nuestros pequeños hayan estado presentes en conversaciones sobre sus padres.

En definitiva, tiene que haber un límite a la hora de hablar delante de los menores. Nuestras palabras pueden traer consecuencias nada agradables y al final todos perdemos.

A los niños es bueno fomentarles la curiosidad y el pensamiento crítico, pero siempre dentro del respeto hacia los demás y teniendo en cuenta la edad y madurez.

Los cotilleos, chusmeríos y críticas mejor evitarlos o al menos dejarlos para los grupos de whatsapp donde ellos no participan.




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