Cambios, miedos y el Instituto perfecto.




El tiempo pasa demasiado rápido y te das cuenta sobre todo cuando te toca rellenar la matrícula del Instituto de tu hijo mayor que hasta hace poco era tu pequeñito.

De 4 IES públicos que hay en el pueblo nuestras opciones se quedaron en 2.

El de referencia (El que "le tocaba") lo descartamos por motivos que prefiero no especificar, aunque sería su destino si no quedaba otra opción y también rechazamos otro porque está bastante lejos de casa.

Así que con las dos opciones restantes y matricula en mano nos fuimos al primero de ellos.

¿Conocéis esa sensación de entrar al paraíso?😂😂😂 Eso fue lo que sentimos cuando entramos a ese Instituto.

Limpio, ordenado, pequeño y silencioso. Dos conserjes que nos recibieron con gran amabilidad y personal del centro que se dedicó a responder a todas nuestras preguntas.

El único problema era que al no ser el centro de referencia de Ale y tener pocas plazas las posibilidades de entrar se reducían a CASI NINGUNA, ya que todos los años hay una gran demanda...Y no me extraña.

Al final conseguimos la ansiada plaza.

El primer día de clases tuvimos un encuentro con el equipo directivo que se portó de manera extraordinaria con todos los nuevos. Nos explicaron las normas (estrictas y necesarias), contestaron todas las dudas y lo mejor es que nos tranquilizaron. 

Mientras tanto los niños hicieron una convivencia para conocer el centro y entre ellos.

Hay muchas cosas que diferencian este Instituto de otros y gracias a eso hemos salido los padres completamente conformes y encantados con la primera de la reunión.

La semana pasada ha sido la reunión de grupo con la tutora. Se tomó el tiempo necesario para responder a todas nuestras preguntas y por si nos quedaban dudas también nos dio su mail. 


El cambio de la primaria al Instituto es grande. Muchos profesores, más normas, la entrada de la adolescencia. Es muy importante que acompañemos a nuestros hijos en este proceso de manera tranquila y para ello nada mejor que encontrar un Centro que les guste a ellos y a nosotros. 

De momento Ale llega muy contento y hablando maravillas de sus profes. Cansado porque tiene 1 1/2 hora más de clase que en primaria, pero felíz porque además algunos de sus compañeros de 6º también están en su Instituto.

Y nosotros nos sentimos satisfechos con el centro, su personal y sobre todo felices de ver que nuestro hijo mayor enfrenta esta nueva etapa con mucha ilusión.

El colegio o Instituto ideal no creo que exista, pero encontrar uno donde se preocupen por la educación, pero también por el bienestar de los alumnos hace que los padres nos quedemos tranquilos sabiendo que dejamos a nuestros hijos en las mejores manos. 
 

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