Yo NO soy Juana y estoy que trino

Hace unos días me encontraba en los medios con la noticia de Juana Rivas.
 
Una mujer de Granada que se niega a entregar sus hijos a Francesco (el padre de los niños) condenado en el 2009 por lesiones hacia ella y con otra denuncia pendiente de tramitar por la justicia italiana.

Juana no acudió al punto de encuentro y recibió el apoyo de vecinos, centro de la mujer y redes sociales con el lema "Juana está en mi casa".

Medios de comunicación se volcaron con ella y se hicieron eco del minuto a minuto. Era el tema del momento.

Pero claro, cuando la historia comienza a volverse aburrida para los medios hay necesidad de darle "vidilla" y buscar todos los cotilleos posibles para que guste.

Y así fue. 

Que hablamos con Francesco, que si a Juana le gustaba mucho irse de fiesta, que si los golpes venían de las dos partes...

Ya ni que decir de ciertos articulos como el que escribió Isabel San Sebastián  en el periódico ABC (Podéis leerlo aquí )

Yo no soy Juana. No estaba en su casa cuando sucedieron las cosas. No sé cuales son los motivos que la llevaron a regresar con Francesco. No sé si salía de fiesta.

Soy Natalia, mujer y madre de 4 hijos y sé que si tengo los suficiente cojones (y me váis a perdonar el término) para coger a mis hijos y desaparecer si en alguna ocasión considero que corren peligro.

Sé que si alguien me faltara el respeto le respondería y probablemente se escucharían más mis gritos que los del otro.

Sé que si fuese maltratada después de pasar mi "duelo personal" intentaría maquillarme, y salir y sonreir...Por mí y por mis hijos.

Sé que muchas víctimas de malos tratos regresan a casa porque son amenazadas con sus hijos.

Sé que tú, yo, y quien sea, más allá de su estatus social o educación esta expuesta a acabar  al lado de un maltratador porque en la mayoría de los casos no se muestran como son hasta que te tienen en sus garras.

Sé que hay falsas denuncias de malos tratos, pero son sólo el 0,4 % frente al resto, por lo que especular con eso es caer muy bajo.

Y sé muchas otras cosas que prefiero callar porque estoy muy enfadada.

Enfadada con la prensa y sobre todo con los "tertulianos de magazines matinales" que criminalizan a Juana por haber regresado junto a su pareja sin saber cuáles son los motivos que la llevaron a hacerlo.

Enfadada con la sociedad por los comentarios tan desagradables que hacen acerca de esa madre en las redes sociales.

Enfadada con la justicia porque es lenta e ineficaz.

Enfadada con las MUJERES que no son capaces de tener empatía.

Enfadada con que se manipule, se mienta y se haga daño a una familia por el simple hecho de vender una noticia.

Lamentablemente esto seguirá pasando porque cuando una noticia deja de tener "chicha" salen los carroñeros a buscar carne.

Y yo no sé que ha pasado con Juana, pero como mujer y como madre tiene todo mi apoyo y comprensión.

Porque cuando estás hundida necesitas una mano que te rescate, no un pie que te pise.